Hay gente que vive para trabajar, y otros que trabajan para vivir. Normalmente, casi cualquier persona puede adherirse a uno de esos dos extremos, pero también hay gente que sabe buscar el equilibrio entre esforzarse en su trabajo y desarrollar una buena carrera profesional, sin sacrificar por ello toda su vida personal y privada. De hecho, la una debe retroalimentar a la otra, porque al final todos trabajamos para poder tener una mejor posición, más dinero para poder llevar a cabo lo que queremos hacer: comprar una casa, un coche, tener viajes, etc… Lo usual es ponderar más la vida familiar, la vida personal, que el propio trabajo. Pero si no tenemos un trabajo que nos permita alcanzar esos sueños, nuestra vida no estará llena del todo.
El concepto de carrera profesional es todavía desconocido para muchos, y es que la mayoría simplemente se dedican a trabajar en lo que pueden, les guste o no, y seguir adelante mientras las cosas no vayan a peor. No hay mucha gente que verdaderamente se plantee su futuro a cinco, diez o quince años vista, y se forme para ello, para seguir evolucionando, escalando puestos, aprendiendo más y preparándonos para mejores puestos de trabajo, con mejores sueldos y sobre todo, mejores condiciones. La carrera profesional no es un objetivo a conseguir en un plazo de tantos años, es una forma de seguir creciendo dentro de nuestro empleo, de seguir elevando constantemente nuestras aspiraciones y nuestro esfuerzo por lograrlas.
Aspectos relevantes de una carrera profesional
Desarrollar una carrera profesional debe ser la prioridad de cualquier persona que esté comenzando a trabajar, ya desde sus primeros empleos. Por supuesto, podemos crear toda esta ruta de objetivos más tarde, cuando ya estamos asentados en un trabajo, pero conviene hacerlo cuanto antes mejor, porque la juventud nos permitirá focalizarnos mejor en conseguir toda esa experiencia que necesitamos, en la formación que queremos obtener para seguir evolucionando y creciendo dentro de nuestro negocio. La carrera profesional se puede desarrollar a través de nuestra propia empresa, ya sea como principio o como fin último de la misma, o también como trabajador asalariado, buscando siempre los mejores puestos y las mejores condiciones.
La planificación es uno de los puntos más importantes de la carrera profesional, puesto que al fin y al cabo debemos tener claro de dónde venimos, pero sobre todo, hacia donde nos dirigimos. Cuando simplemente estamos trabajando por trabajar y no ponemos énfasis en seguir creciendo, lo usual es que llegue la rutina y la monotonía, y acabemos conformándonos con un puesto muy inferior al que realmente podemos conseguir. La planificación debe ser realista pero a la vez ambiciosa, marcada en grandes objetivos que estén luego divididos en pequeñas metas a lograr a medio y corto plazo. La ambición debe ser también una característica propia, siempre entendiéndola como una fuerza que nos empuja a seguir aprendiendo. Y sobre todo, el concepto de evolución, de aprendizaje constante a través de la experiencia y la formación.
Habilidades necesarias para alcanzar el éxito
La ambición, como ya hemos apuntado, es una de las características imprescindibles para todos aquellos que quieran desarrollar una buena carrera profesional. Y hablamos de ambición no como esa desaforada egolatría por ser siempre los mejores, cueste lo que cueste, sino más bien como todo lo contrario al conformismo, al dejarse llevar por las situaciones sin querer cambiarlas. La capacidad de planificación también es importante para desarrollar una buena carrera profesional, pero está supeditada a nuestra responsabilidad, a nuestra capacidad para cumplir con los objetivos que nosotros mismos nos hemos marcado, más allá delos que debamos hacer para la empresa.
La proactividad es otra delas habilidades imprescindibles para cualquier persona que quiera llegar lejos en su carrera profesional, porque gracias a ella podemos salir de la zona de confort y estar buscando siempre continuos retos, algo que desde luego llama la atención de las empresas y suele gustar. Gente que toma la iniciativa y que se atreve a afrontar esos retos y a conseguirlos. Por supuesto, el trabajo duro y el esfuerzo hacen que cualquier trabajador pueda llegar lejos, pero deben estar bien encaminados por todo lo que hemos comentado antes, focalizados en aquello que sabemos que nos va a hacer avanzar en nuestra carrea. La adaptabilidad es también una habilidad muy deseada, siempre que vaya acompañada de esa ambición que nos permita adaptarnos, pero evite que nos conformemos.
Hábitos que te ayudarán a desarrollar tu carrera profesional
Ser constante es una de las mejores cosas que podemos hacer en la vida, en cualquier tipo de situación, pero especialmente en el trabajo, porque desde el primer momento necesitaremos una gran constancia para que todo nuestro esfuerzo de sus frutos. Entre los hábitos que nos favorecen para una buena carrera profesional está el formarnos constantemente, el buscar siempre algo nuevo que poder aprender, primero para evitar esa autocomplacencia que nos lleva al conformismo, y segundo para seguir aumentando y engordando nuestro currículum, haciéndolo más apetecible para las empresas. También suele ser un buen hábito el entablar contactos con gente de nuestro negocio o de las empresas a las que aspiramos llegar.
Ese contacto nos servirá para conocer más de cerca cómo está la situación y además, para darnos a conocer a nosotros mismos. Aprender de los errores, analizando cada situación que nos haya ido mal, también es uno de los mejores hábitos para aprender y enmendar todo eso y poder superar cualquier tipo de límite que tengamos. Y por supuesto, un consejo importantísimo que debe convertirse en hábito también es el de no compararnos con los demás. Somos nosotros mismos los que debemos superarnos, llegar a ser nuestra mejor versión, sin estar constantemente acordándonos de lo que ha conseguido tal o cual persona. Es nuestro camino y lo marcamos nosotros, siempre hacia adelante.
La motivación: un punto de inflexión clave a la hora de crecer como profesional
Muchas personas quedan atrapadas en empleos que no les gustan y piensan que mejor pájaro en mano que ciento volando, porque nunca encuentran el momento perfecto para tomar las riendas de su vida y de su carrera profesional. Esto ocurre, en muchas ocasiones, por el conformismo que deviene de la falta de motivación. Y es que a veces no es fácil encontrar las fuerzas que nos hagan llegar mucho más allá, que nos permitan tirar del carro para seguir avanzando. Sin embargo, la motivación será imprescindible si queremos que nuestra carrear profesional fructifique. ¿Cómo lograrla entonces?
En la planificación está la base de todo. Lo ideal es que entremos en un negocio que nos guste, incluso que nos apasione, porque así será mucho más fácil encontrar esa motivación que nos permita seguir adelante. Pero si no es así, la motivación nacerá de nuestros propios objetivos, de aquello que queremos conseguir a corto, medio y largo plazo. Esas pequeñas metas que vayamos logrando, y que debemos celebrar, nos servirán como motivación para entender que realmente lo estamos consiguiendo, que estamos avanzando en pos de nuestros objetivos finales, y que vale la pena el esfuerzo y el sacrificio por tal de conseguirlos.