El sexo vende, y esto es algo que seguramente nadie pondrá en duda a estas alturas. Especialmente después de comprobar como ciertas películas, videoclips o incluso libros han conseguido un éxito arrollador, tal vez incluso desmesurado, gracias al erotismo o al sexo más explícito. Nos encanta desafiar los prohibido, buscar el morbo y disfrutar de algo realmente excitante, porque alude a una parte de nosotros mismos que cada vez parece estar más enterrada. Ese instinto sexual se ha ido achicando, por culpa de la moral, en los últimos siglos. Desde hace décadas, sin embargo, un cúmulo de factores ha permitido que las personas, tanto hombres como mujeres, puedan mostrar su lado más sexual sin ningún problema. De esta forma, al final, el mercado ha encontrado un nuevo filón en la sexualidad como forma de venta, más o menos sutil. Es un gancho muy oportuno para llamar la atención de la gente.
Internet ha sido un punto de inflexión en este concepto, como lo ha sido prácticamente para cualquier cosa en los últimos treinta años. La llegada de una herramienta tan potente, auspiciada además por una serie de inventos tecnológicos que han cambiado nuestra manera de comportarnos, ha hecho que el público al que llegar sea hoy mucho más grande. La masa nunca lo fue tanto como en estos días en los que cualquier persona puede crear un vídeo en Tiktok que sea consumido por otras millones en todos los rincones del mundo. La sociedad se está homogeneizando aún más, y el sexo está siendo uno de los puntos clave de esa nueva generación. Los bailes sensuales en las redes sociales son hoy por hoy más explícitos que nunca. Muchas chicas han encontrado un verdadero filón mostrando su lado más sensual, a través de plataformas como Onlyfans. La red ha destrozado por completo los canales tradicionales de distribución, permitiendo la creación directa de contenidos, sin intermediarios. Y como el sexo sigue siendo uno de los conceptos más demandados, hoy por hoy es mucho más fácil vivir de él, gracias a todos estos adelantos.
Un negocio multimillonario
Actualmente no se puede saber con exactitud cuánto dinero mueve el negocio del sexo en el mundo. Podríamos centrarnos en el porno, por ejemplo, que es tan solo una parte del mismo, y que ya de por sí es capaz de generar auténticas fortunas por sí solo. Pero es que en el trabajo sexual también se genera muchísimo más dinero. Sin embargo, al ser algo prohibido en muchos países, las cifras oficiales son imposibles de conseguir. Incluso en aquellas naciones donde el trabajo sexual se persigue, las mujeres siguen ofreciéndolo y los hombres pagando por ello. Y ese es uno de los principales motivos de muchos para defender la necesidad de una regularización de este sector. El sexo mueve muchísimo dinero también en la cultura, en la literatura, con la nueva ola de erótica cada vez más explícita, o en el negocio de los juguetes sexuales.
El nuevo porno y la tecnología
La pornografía ha ido cambiando y evolucionando de una manera sorprendente en el trascurso de estas últimas décadas. Su auge, en los años 70, vino también acompañado de las nuevas tecnologías en vídeo. Los 80 fueron un auténtico boom en la producción de películas, especialmente en Europa y Estados Unidos, gracias a los videoclubs y sus secciones para adultos. Cuando Internet llegó en los 90, los primeros en acogerlo con los brazos abiertos fueron los mandamases del porno. La creación de webs con fotos y vídeos no tardó en llegar, y el digital se impuso al analógico. Los cambios han continuado, y la industria se ha visto al borde del abismo en demasiadas ocasiones… pero al final ha encontrado su sitio. Actualmente, el porno está en mejor estado de forma que nunca, gracias a que la tecnología le ha permitido expandirse y llegar a una cantidad ingente de público.
La tecnología ha sido la gran aliada de esta transformación, como ha ocurrido en tantísimos otros sectores. La red ha quitado de en medio a los intermediarios, equiparando a todos los creadores, tanto productoras de alto nivel como chicas amateur en sus propias habitaciones. Gracias a esto, el porno ha llegado a una nueva era en la que una joven australiana puede generar millones de dólares sin salir de casa, gracias a plataformas como Onlyfans. Ganarse la vida con el sexo explícito nunca fue tan fácil. Y de hecho, muchas de estas chicas ni siquiera llegan a grabarse teniendo sexo. Basta con algunas fotos sensuales, sin siquiera mostrar nada explícito, para conseguir un gran número de seguidores que paguen por su contenido.
La prostitución y el trabajo sexual
Hablemos ahora del otro gran sector dentro del sexo, el de la prostitución. Un tema espinoso, sin duda, ya que en muchos territorios el trabajo sexual está penado y es perseguido. Actualmente es imposible negar que sigue habiendo muchas mujeres obligadas a realizar este tipo de servicios, extorsionadas por mafias, en uno de los peores crímenes posibles. Pero también son cada vez las mujeres (y hombres, que siguen en incremento en el sector) que buscan el sexo como una alternativa de vida. Como quien entiende que su vocación es la de ser maestro, o la de poner su cuerpo al servicio de la moda, siendo influencer, modelo o actor. La sexualidad debe ser algo propio, en lo que solo nosotros deberíamos mandar. También para prestarla y compartirla, a cambio de dinero, si es lo que deseamos de verdad.
El problema con este concepto es que la mayoría de personas que se dedican al sexo lo hacen por pura necesidad, cuando no por obligación. Es dinero fácil y rápido, y las ganancias suelen estar muy por encima de las de otros empleos, más duros y físicos. Una escort de lujo gana en una noche lo mismo que una limpiadora en todo un mes. El sistema es así, y a estas alturas es complicado cambiarlo. La buena noticia es que si la vocación es real, los nuevos tiempos han traído nuevas formas de entregar placer sexual. Más seguras y menos problemáticas para las chicas que quieran hacerlo por su propia voluntad, sin intermediarios, sin chulos de por medio. Internet también ha permitido que estas mujeres encuentren clientes de una forma más rápida, y ha trasladado los trabajos de la calle a los apartamentos.
Nuevas formas de ganarse la vida con el sexo
Pero no solo de porno y de prostitución vive el sexo. Hoy por hoy el tabú en torno a este tema es cada vez menor, y todo se disipa de una forma mucho más satisfactoria para hombres y mujeres. De hecho, existen hoy en día muchos expertos en coaching sexual, tanto en seducción como en la propia forma de hacer disfrutar a tu pareja. Las terapias sexuales son también un sector en alza para aquellos especialistas en psicología que quieran concentrarse en el sexo como su principal puntal. Las empresas de escapadas románticas, las de juguetes sexuales, las desarrolladoras de apps de citas… El sexo sigue moviendo el mundo y gracias a Internet y a las nuevas tecnologías, cada vez es más fácil vivir de ello.